jueves, 29 de marzo de 2012

CONFERENCIA DE PRENSA DE LA IZQUIERDA CRISTIANA. ANEXO HISTÓRICO

Estimad@ Sr./Sra./Srta:

Le escribo para informarle que el sábado 31 de marzo a las 11:30 Hrs., la Izquierda Cristiana de Antofagasta,
con motivo de su re-inscripción legal, realizará una conferencia de prensa en el salón principal de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT),
oportunidad por la cual le invitamos cordialmente asistir.

Sin lugar a dudas, su presencia dará mayor realce a este evento.

Adjunto le enviamo documento que puede servir de referencia.

Le saluda afectuosamente


--
René González Rojas


Una Revolución Ciudadana

para un Chile Democrático

Partido Izquierda Cristiana de Chile



Partido nuevo, pero de larga tradición de compromiso social.

Durante el gobierno de Salvador Allende (1971) una fracción de la DC se separó, dado el acercamiento que tuvo este partido con la derecha y por las bajas perspectivas revolucionarias que le ofrecía a este grupo en ese contexto histórico que se vivia. Posteriormente se unieron a éste militantes del Mapu (que se había definido como Partido de inspiración Marxista-Leninista), un vasto sector de independiente provenientes de la Iglesia Joven, de cristianos por el Socialismo y humanistas progresistas constituyendo la Izquierda Cristiana entrando a reforzar al gobierno de la Unidad Popular. De esta forma nace la IC.

La Izquierda Cristiana declara como propia la ideología el humanismo cristiano. Somos autónomos de las diversas expresiones confesionales o Iglesias. Aunque cada uno de nosotros tiene su definición personal en algunas o en ninguna de ellas. En este sentido somos cristianos ecuménicos que respetamos todas las Iglesias salvando nuestra autonomía.

En América latina, se desarrollaron tres formas de humanismo o visiones del hombre: el humanismo laico, el humanismo marxista y el humanismo cristiano. La IC no tendría razón de ser específicamente, si estuviera abierta a los diversos humanismos, diversas ideologías, pues para ellos ya hay otros partidos que lo interpretan. Este es un partido “de cristianos y humanistas”, porque la condición de pertenencia al partido es la aceptación y adhesión a los valores, principios y formas de vida planteada en el humanismo cristiano o visión e interpretación de lo que es y debe ser el Hombre.

En Septiembre de 1973 con el Golpe Militar comienza un periodo sangriento del cual la Izquierda Cristiana de Chile no estuvo ajena. Debido a esto la IC se vio obligada a funcionar en la clandestinidad aunque siempre trabajando con la responsabilidad y el honor de sus dirigentes y con los objetivos claros.

A pesar del oscuro panorama la IC afrontó este periodo con todas sus fuerzas, siendo un partido fundamental en derrocar la Dictadura de Augusto Pinochet.

La Izquierda Cristiana de Chile nace para contribuir a la construcción del socialismo en Chile, en una coyuntura histórica en que era central cerrar el paso a la derecha. Por estas mismas razones enfrentamos a la dictadura militar y hoy podemos expresar con claridad que nos manifestamos en una postura de oposición democrática y popular al gobierno de la derecha sordo de las exigencias y necesidades de la población.



La Izquierda Cristiana busca su constitución Legal



En 2008 la IC resuelve inscribirse como partido legal, resolución emanada del segundo congreso nacional del 2006, asumiendo el desafío de construir una expresión electoral necesaria para la izquierda y el pueblo de Chile, dada la profunda convicción que tenemos en la construcción de una real democracia participativa.

Lamentablemente en enero de 2010 el partido fue nuevamente disuelto por parte del Servicio Electoral, puesto que no alcanzó el porcentaje requerido en la votación parlamentaria en 3 regiones continuas o en 8 discontinuas, tras incorporarse el pacto por “no a la exclusión” con la concertación.

Hoy nos reinscribimos nuevamente como Izquierda Cristiana. Por este motivo nos encontramos en pleno proceso de recolección de firmas en tres regiones continuas del norte grande: Arica-Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, requerimiento que exige la Ley de Partidos Políticos, ley de naturaleza profundamente excluyente, para poder lograr el estatus de partido legal. Podemos informar a la ciudadanía que hemos logrado gran parte de estas, que estamos abiertos a recibir a todos quienes quieren recuperar el horizonte y las ideas libertarias que contribuyan a cimentar ese camino.

Creemos que los cambios pasan necesariamente por la organización de las personas, organización que detenta dos momentos en una sola acción: lo social y lo político. Esta es una Izquierda Ciudadana tal cual se titulan nuestras resoluciones de congreso, una izquierda moderna, que aprehende y aprende las nuevas realidades para dar desde ahí con las señales del tiempo actual, por lo mismo hacemos un llamado de convocatoria y advertencia, estaremos en cada uno de los lugares públicos influyendo con nuestra mirada y prácticas dibujando el camino para una patria más justa y solidaria, y haciendo retroceder a quienes instalan en el sentido común de la gente la avaricia, el individualismo, la competencia y la indiferencia frente a una sociedad que, como gran parte de los chilenos/as movilizados y no movilizados, quienes comparten, urgen y necesitan cambios para un mañana mejor.



Desafíos de la Izquierda Cristiana

Para enfrentar el nuevo ciclo histórico que se abre, pensamos que es esencial que se preserven y ensanchen los niveles de unidad de la izquierda. También es imprescindible que la izquierda sea capaz de recoger autocríticamente la experiencia acumulada.

Los hombres y mujeres de izquierda enfrentamos el desafío de continuar sumando fuerzas y capacidades en torno a propuestas programáticas populares elaboradas en el seno de la gente, para constituirla como alternativa de gobierno y poder. En este sentido, se convoca a refundar Chile, es la hora de levantar con más fuerza la exigencia de una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente, un nuevo modelo económico y de desarrollo, una nueva forma de participación social y política para lograr nuevas leyes para la Educación de calidad e equidad, Salud, Previsión Social, Reforma Tributaria, entre otras, leyes centradas en las personas y con ellas y no favoreciendo del lucro especulativo, anárquico y tirano.

Asimismo, para construir una correlación de fuerzas favorable a la democracia, en torno a ese mínimo contenido programático, estaremos en disposición de construir las convergencias democráticas que sean necesarias.

No tenemos dudas de que se requiere una profunda renovación de la política democrática. Sin embargo, para la Izquierda Cristiana lo central es instalar la perspectiva de una revolución ciudadana como eje articulador capaz de construir un nuevo espacio político y social, capaz de poner en movimiento a la ciudadanía en torno a un horizonte de emancipación.

El año 2010 será recordado por la comunidad partidaria cómo un año donde definimos las líneas matrices de nuestra acción. Año de encuentros, diseños y reflexiones. Momento en que dimos cuenta del desajuste existente entre la sociedad civil chilena y el Estado heredado de la dictadura, que en lo fundamental se reprodujo de forma ampliada en los Gobiernos de la Concertación. Desajuste que supone la entrada a un nuevo ciclo de oportunidades, fundamentalmente para las izquierdas en nuestro país, pues poco a poco -y hoy con mayor evidencia- se explicita que el movimiento social llego para quedarse significando que la dinámica de construcción de la realidad se disputará relacionada con un sujeto colectivo que antes se mantuvo con grados de ausencia importantes, es decir; el movimiento estudiantil, Magallanes, Aysén, Calama y otras demandas, como la necesidad urgente de deshacerse del centralismo desenfrenado que opaca el desarrollo armónico del país Se requieren para su solución modificaciones estructurales en cómo se han venido desarrollando las diversas áreas de nuestro país, se conectan con una lucha por la ciudadanización que irrumpe el ciclo de subordinación que nuestro pueblo sufrió recientemente como resultado de la dictadura.

En este camino de unidad y lucha, persistirá la Izquierda Cristiana.

Como siempre, nuestra opción es luchar.

El llamado que hacemos es a todas las personas de la Región de Antofagasta que se integren a esta alternativa, que se yergue como una opción de izquierda para poner fin a la sociedad capitalista, fundada en la distribución desigual del poder y los bienes sociales; en formas de exclusión, discriminación y violencia; en patrones de explotación, dominio y alienación a partir de una inspiración cristiana y humanista, e integradora del conjunto de las expresiones espirituales de carácter liberador.


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