¿Por qué no nos dejan participar?
Por Mauricio Campillay Díaz
Presidente regional de la Juventud Demócrata Cristiana
Durante esta semana ha resurgido una temática más que relevante para la renovación de la política chilena, a propósito de los verdaderos resquicios de dictadura que quedan en la comuna de Providencia, donde hemos visto cómo un alcalde Labbé se ha revelado como verdadero señor feudal al mando de su castillo y sus siervos, desoyendo a su propio Gobierno y expulsando de los liceos a los estudiantes de otras comunas. La respuesta fue clara y contundente: alumnos enfrentándose con Carabineros en las puertas de los establecimientos, y sus dirigentes llamando abiertamente a inscribirse en los registros electorales ¿Por qué? Porque claramente los jóvenes están entendido que está en sus propias manos la calidad de las autoridades que los representarán el día de mañana.
Pero claramente no basta con eso. Estos son momentos en que la clase política debe demostrar qué tanto le importa la opinión de los jóvenes -y no tan jóvenes- que llevan veinte años marginados de poder participar activamente en democracia. Hablamos de una cuestión ciudadana que incluso va más allá; hablamos de casi tres millones de personas que no tienen injerencia directa en la configuración de la política.
Es importante que los jóvenes seamos capaces de tomar decisiones que impacten de forma significativa en nuestro entorno. Todos sabemos quiénes son los alcaldes y concejales que llevan años abanderándose falsamente como defensores de la juventud y promotores de sus derechos. Este es el momento no sólo de evidenciarlos, sino de sacarlos fuera. No cuesta mucho… Es cuestión de inscribirse en los registros electorales y de una vez por todas borrar de las estratósfera política a tanto inescrupuloso.
Tras reflexionar, y luego de años de espera, da la impresión de que en todos los sectores (EN TODOS) hay personajes que no quieren ningún cambio en el padrón electoral, que no quieren ni consenso ni una renovación de la política chilena. Pero es este es el momento de darle una señal a los jóvenes, de demostrarles desde el parlamento que es necesaria su participación para construir un mejor país. ¡Abrámosle las puertas a la democracia ya! Hoy más que nunca los jóvenes queremos participar ¡Inscripción automática ahora!
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