lunes, 19 de diciembre de 2011

CUENTA PUBLICA DEL COLEGIO DE PERIODISTAS DE CHILE A CARGO DE DON MARCELO CASTILLO , PRESIDENTE.

Cuenta anual 2011 del presidente del Colegio de Periodistas ante la Asamblea Nacional
Antofagasta, 17 de diciembre de 2011.
2011: el año del despertar social. Si tuviéramos que ponerle título a estos doce meses que terminan tendría que ser ese.  Los  sociólogos y cientistas políticos nos habían dicho que las marchas ya formaban parte del pasado. Y sin embargo, cientos de miles  de personas han salido a las calles de Chile con distintas motivaciones: los estudiantes secundarios y universitarios por la educación, quienes se oponen a las centrales hidroeléctricas en la Patagonia, los habitantes de lugares tan distintos como Punta Arenas y Calama por temas de desarrollo local y los mineros de Codelco, Collahuasi y Escondida, sólo por nombrar las situaciones más conocidas.
La cuestión social fue el gran tema del centenario de la República en 1910. Tal vez estemos enfrentados hoy a un fenómeno similar. Los periodistas nunca hemos estado ajenos a nuestro entorno, a la realidad social que percibimos y transmitimos a nuestra audiencia. El Colegio de Periodistas siempre ha sido parte, desde una perspectiva profesional, de las circunstancias políticas y sociales que le toca vivir. 
Y esta ocasión no ha sido para nada excepcional. Sin afanes de protagonismo, pero queriendo cumplir con nuestra misión de ser garantes de la libertad de expresión para todos los chilenos, hemos sumado nuestras inquietudes a las de otros movimientos sociales. Queremos más Democracia para Chile. Por eso, y a invitación de la Asociación Nacional de Empelados Fiscales (Anef), nos sumamos a una coordinación de organizaciones sociales que se denomina así: Democracia para Chile. Hemos llevado a esa instancia nuestra preocupación por la concentración en la propiedad de los medios de comunicación y por la necesidad de una nueva Constitución que incluya el reconocimiento del derecho a la información.  Con el mismo entusiasmo y rigor, hemos sido parte del Bloque Social por la Educación que encabeza la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), convocante al paro nacional del 24 y 25 de agosto pasados.
Vale la pena consignar que en este contexto también se produjo una serie de coordinaciones con Colegios profesionales, especialmente con los de profesores, asistentes sociales, educadoras de párvulos, contadores auditores y con el presidente de la Federación de Colegios Profesionales, el señor Claudio Ternicier. Si bien estas conversaciones sólo se reflejaron a través de una conferencia de prensa encabezada por los profesores, creo que las órdenes profesionales debieron y deberían efectuar un importante aporte al movimiento por una educación pública de calidad en Chile. Somos nosotros los llamados a garantizar la calidad de los profesionales, una vez titulados. Tenemos una tarea pendiente   
Creo que nuestro más importante aporte a la democratización de la sociedad chilena, al mejoramiento de la calidad de la educación, pasa por recuperar el protagonismo de los colegios profesionales. Es por eso que deberíamos exigir ahora que se ha cuestionado el sistema de acreditación de carreras universitarias que éstas sean exclusivamente acreditadas por colegios profesionales que por su propia naturaleza no tenemos fines de lucro.
En el contexto de este despertar social que ha vivido Chile también hemos tenido que intervenir de diversas maneras para cautelar el ejercicio profesional y la libertad de expresión.
 El despertar social de Chile ha llevado a que el papel de los medios de comunicación sea cuestionado. Varias decenas de periodistas han sido agredidos por civiles o carabineros y detenidos en el contexto de las movilizaciones callejeras. Pensamos que las exigencias legítimas de la población por una mejor cobertura de los medios de comunicación no deberían resolverse por medio de las agresiones físicas. El Colegio de Periodistas es una institución a la que se puede recurrir para plantear aquellas situaciones en que la libertad de expresión se ve alterada, tanto a través de los tribunales de ética, como de la Defensoría de la audiencia y en aquellos casos flagrantes,  directamente a través del Consejo Nacional.
En este panorama de vulnerabilidad del ejercicio profesional, la situación más grave que se ha presentado es la detención sistemática de colegas que efectúan su trabajo de reporteros durante las movilizaciones callejeras. Hemos estado muchas horas en las puertas de las comisarías exigiendo la libertad para colegas detenidos, hemos dedicado muchas horas a dialogar con el alto mando de carabineros para que estas situaciones no se produzcan. Nuestros avances han sido exiguos. El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, nunca nos recibió para tratar esta materia, pese a que fuimos varias veces a La Moneda con cartas que fueron entregadas en la oficina de partes. Nunca tuvieron respuesta.
Por eso, y gracias a una gestión conjunta con la consejera nacional Nancy Arancibia y el sindicato de radio ADN, nos reunimos con el fiscal nacional. Sabas Chauán, para pedirle que un fiscal investigue las agresiones y detenciones ilegales de periodistas, compromiso que la máxima autoridad del ministerio público tomó con nuestra orden profesional. También enviamos una carta a Carabineros y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos describiendo la situación. .  
La próxima semana nos reuniremos con el ministro secretario general de Gobierno, Andrés Chadwick y le plantearemos esta situación. También hablaremos con él sobre el Fondo de Medios Regionales y sobre la iniciativa del colega Federico Gana de crear el Club de la Prensa en Santiago.
Junto con cumplir nuestra misión de ser garantes de la libertad de expresión, debemos asegurarnos que todos los colegas puedan encontrar una plaza laboral. Debemos decir claramente que el mercado laboral de los periodistas está saturado. Somos ya cerca de 14 mil periodistas en Chile, se titula cada año una cantidad cercana a los 1200 y creemos que el número de plazas de trabajo que se crea es significativamente menor. No es extraño entonces que nos encontremos con ofrecimientos de trabajo por sueldos en torno a los 250 mil pesos y que el promedio para un periodista que trabaja en medios sea de 476 mil pesos a los tres años de carrera. ¨¿Qué podemos hacer? Nos estamos moviendo en todos los terrenos: desde nuestra bolsa de trabajo de oferta y demanda por periodistas, hasta la renovación de nuestros aranceles.
Para que estos instrumentos funcionen adecuadamente es imprescindible que estemos colegiados y que cada uno de nosotros respete las señales que enviamos respecto de sueldos y honorarios, a través del arancel que está publicado en el www.colegiodeperiodistas.cl.
En el plano del mercado laboral es extraordinariamente positivo que el sindicato de trabajadores de Canal 13, en que se incluyen periodistas, haya ganado su pelea por tener horario de trabajo. Independientemente de las modalidades de control, de la cantidad de tiempo que cada persona quiera dedicarle al trabajo, es necesario que se entreguen sueldos que compensen lo efectivamente trabajado. La mayoría de nuestros colegas en televisión, radio o diarios tiene hoy horarios que llegan a las 12 y a las 14 horas. Se ha comenzado también a producir un abuso de los estudiantes en práctica, que trabajan por largas temporadas, ocupando plazas de periodistas permanentes con sueldos de practicantes.
También nos parece importante que se remunere adecuadamente el trabajo en plataformas mediáticas que tienen diversos soportes: papel. Sitio web, TV y radio, algunas veces. Si creamos más valor para la empresa se nos debe compensar por ello.
Como colegio de periodistas hemos impulsado e impulsaremos la sindicalización de los periodistas en sindicatos abiertos a todos los trabajadores de la comunicación. No hay contradicción alguna en pertenecer a un sindicato y estar colegiados. Son dos actividades totalmente complementarias y armónicas.
 Aspiramos a ser los convocantes de un amplio Movimiento de Comunicadores Sociales, conformado por Federaciones y Confederaciones Sindicales, Asociaciones de fotógrafos, videístas y radialistas. Es por eso que tenemos y tendremos una estrecha relación con la Unión de Reporteros Gráficos, la Asociación de Radios Comunitarias (Anarcich), la Asociación Mundial de Radialistas (AMARC)y otras entidades que reúnan comunicadores. Tenemos ya relaciones fluidas con todas estas organizaciones y esperamos que sean en el futuro ampliamente productivas. Lamentamos en ese sentido que el Congreso de Trabajadores de la Comunicación que se efectuó a fines de 2010 no se haya transformado en una instancia más permanente de trabajo y reflexión.
Prueba de nuestra voluntad unitaria e integradora entre los gremios de la comunicación fue la organización en el Día Internacional de la Libertad de Expresión de un seminario internacional de comunicaciones efectuado con la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Comunicación (Fenatramco), la Universidad de Chile y la Federación Internacional de Periodistas (FIP). Esperamos en el futuro levantar nuevas iniciativas con estas organizaciones e instituciones. En esa misma fecha ya se ha hecho tradicional que trabajemos con la Unesco y la Universidad Diego Portales en el seminario sobre el Día Internacional de la Libertad de Expresión, el 3 de mayo.
Pese a nuestras debilidades organizativas hemos desarrollado un conjunto de actividades de extensión. Quiero destacar que en el contexto de nuestra alianza con el Consejo Minero, que reúne a las grandes empresas mineras del país, realizamos un seminario sobre temas sectoriales y periodísticos en Concepción.  Tuvimos un seminario sobre comunicación y política, con representantes de todas las sensibilidades políticas del país, en el Teatro Camilo Henríquez con una excelente concurrencia y realizamos los actos del Día del Periodista, con la presencia del Presidente del Senado, Guido Girardi en el mismo recinto. Premiamos allí a los colegas con 10, 25 y 50 años de ejercicio de la profesión. Aquí, en Antofagasta, contribuimos aorganizar por tercer año consecutivo el se,imario que auspicia minera ESPERANZA.
 Una de nuestras principales preocupaciones en el curso de este año ha sido estrechar los lazos con el mundo académico. Bajo el concepto de educación continua hemos realizado exitosos cursos de comunicación digital, programamos un Diplomado con la Universidad Mayor que finalmente se realizará a partir de marzo del próximo año. Sin embargo, en este ámbito nuestra iniciativa más relevante es la creación de una agencia acreditadora de carreras universitarias. Nos reunimos en dos oportunidades con autoridades de la Comisión Nacional de Acreditación, gracias a la iniciativa de la Consejera Nacional, Margarita Pastene. Nuestra iniciativa entusiasmó a esa repartición, pues para la legitimación del mecanismo se hace cada vez más necesario, como plantee antes, que las acreditaciones las hagan instituciones sin fines de lucro. La situación de cuestionamiento del sistema de acreditación y nuestras propias debilidades han determinado que ese proceso avance con lentitud. Esperamos que antes de terminar nuestro mandato las bases de la agencia acreditadora estén instaladas.
No puedo dejar de mencionar entre las iniciativas académicas, el patrocinio que hemos entregado al Congreso internacional de Estudios de Periodismo, que organiza la académica de la Universidad de Santiago, Claudia Mellado, junto a representantes de diversas casas de estudios de todo el país. Ese evento se efectuará en junio próximo y debemos hacer un aporte importante a su realización exitosa.
 El Colegio de Periodistas ha estado vinculado también durante este año a la legislación sobre comunicaciones. Y sin duda aquí el tema emblemático ha sido la tramitación del proyecto de ley de Televisión Digital. Queremos que las nuevas tecnologías sean instrumentos para ampliar el acceso a los medios de comunicación a todos los sectores de la sociedad chilena y no una oportunidad para que unos pocos sigan haciendo buenos negocios.
Fuimos a la Comisión de Transportes y telecomunicaciones del Senado a entregar nuestras propuestas como Colegio y luego hicimos lo propio con la Mesa Ciudadana de Televisión Digital. Logramos que se detuviera su tramitación de urgencia, pero estamos lejos de lograr que la ley resultante sea un instrumento de apertura de la pantalla a nuevos mensajes, a nuevas visiones, a mayor diversidad y por lo tanto más pluralismo.
Hemos hecho muchas cosas este año y puede que no todas puedan quedar reflejadas en este informe. No obstante, me parece esencial mencionar que hemos tratado de responder a todos los requerimientos y necesidades de nuestros socios, entre ellos las de aquellos que necesitan de nuestra solidaridad. Nuestros ex presidentes que por diversas razones han enfermado han sido uno de nuestros motivos de preocupación. Hemos estado con Jaime Moreno Laval y con Enrique Ramírez Capello. Por este último hemos emprendido diversas gestiones para que la probable negligencia médica que lo dejó parapléjico sea investigada y castigada. Conseguimos a través del Colegio Médico que se abriera un proceso de conversaciones directas con la Pontificia Universidad católica, en cuya clínica fue inyectado en una operación ambulatoria que lo dejó sin caminar. La familia ha preferido el camino judicial y respetamos su decisión. Pedimos además que el Colegio Médico abriera una investigación en su tribunal de ética y aún no tenemos resultado. Creemos que la dilación que ha tenido la indagatoria le resta prestigio a nuestras instituciones.
 El éxito de cada una de nuestras actividades está marcado por la debilidad o fortaleza de nuestra organización.  He insistido que si bien la legislación dictatorial que nos quitó la tuición sobre el ejercicio profesional es la principal causa de nuestro debilitamiento, no es menos cierto que si todos los periodistas se colegiaran voluntariamente, otro gallo cantaría en materia de pluralismo, calidad de la información y sueldos de nuestros asociados. Hoy sólo uno de cada 12 titulados se colegia. Este año, estamos llegando a cerca del centenar de colegiados, pero las estadísticas indican que se titulan 1200 periodistas por año. Nuestros colegiados provienen este año de cerca de 32 universidades, estatales, tradicionales y privadas. Su promedio de edad es de 37 años.
Es muy importante subrayar que nuestro Consejo Nacional está compuesto por cada uno de los presidentes de los Consejos regionales o el representante que este último designe. Sólo cuatro de los quince regionales participa de manera permanente en las reuniones quincenales. Me he propuesto visitar durante mi mandato todos los consejos regionales. Sólo me faltan ahora Arica, Iquique, Calama, Copiapó, Aysén y Magallanes.
Antofagasta nos ha dado un ejemplo hermoso de fortaleza. Se levantó de una situación de casi completa destrucción y ahora tiene un Consejo en que se amalgaman periodistas jóvenes con otros de dilatada trayectoria. Los felicitamos y apoyaremos los esfuerzos que sabemos ya comenzaron para tener un plan de actividades acorde con vuestros colegiados, donde el emprendimiento y el perfeccionamiento profesional tienen un papel central.
Hemos tenido problemas orgánicos graves este año. En el primer trimestre se produjo una crisis en el Consejo Regional Metropolitano, debido a la renuncia de su presidente, de un consejero y del fallecimiento de uno de sus integrantes. Conflictos de carácter político-ideológico exacerbados llevaron a una situación que desearíamos evitar en todas nuestras estructuras. El Colegio de Periodistas tiene una sólo condición de filiación: ser periodista con su título profesional. Sólo pueden ser desafectados quienes tengan conductas reñidas con la ética profesional y esa condición la definen nuestros tribunales de ética que son entes autónomos. Toda otra consideración es mero sectarismo. Y creo que hubo mucho de eso en el Regional Metropolitano.
Perdimos muchas energías en buscar fórmulas para recomponer el funcionamiento del principal Consejo del país. Tras un complejo proceso electoral fue elegido presidente el colega Marcel Garcés. Quiero agradecer aquí la generosa conducta del otro candidato a presidente, hoy consejero regional y tesorero, José Luis Córdova, quien estuvo dispuesto a posponer la elección para competir. El presidente nacional tuvo que intervenir en esa elección para que efectivamente se pudiera realizar, para que participara la mayor cantidad de colegas y en ningún caso para torcer la voluntad de los electores. Entre otras cosas, patrociné las dos candidaturas. En fin, no me pidan a mí que me mantenga pasivo e indolente mientras el Colegio se debilita. Quienes dicen que intervine tienen razón. Y lo volvería a hacer para fortalecer nuestra organización.
Lo dije antes de asumir, cuando era candidato, lo digo ahora y lo diré siempre. El Colegio necesita a todos los periodistas de profesión, independiente de su posición ideológica. La democracia dirimirá quienes son los dirigentes.
Recurriré una y otra vez a todos los periodistas para que fortalezcan nuestra organización. Convoqué a mediados de año a los ex presidentes y premios nacionales. Sólo llegaron los colegas Jorge Andrés Richards, Luis Conejeros y Paulino Ramírez. Les agradezco sus aportes que tomé muy en cuenta.
Necesitamos a todos los periodistas para tener una organización poderosa. Somos alrededor de 14 mil en todo el país y sólo estamos colegiados 5214. La parte llena del vaso es que estamos por sobre los niveles de sindicalización en el país; la vacía es que hay dos tercios de colegas que no reconocen a nuestra organización.
Si bien el colegio no ha logrado tras su transformación en asociación gremial agrupar a todos los colegas no hay otra organización de carácter nacional que reúna a los profesionales de las comunicaciones. Aprovechemos esa columna vertebral para convertir al Colegio en una organización poderosa. En esa perspectiva, de fortalecer nuestra columna vertebral, es que le hemos planteado al Círculo de Periodistas de Santiago, comodatario del edificio de Amunátegui 31, que pasemos de la relación de allegados y deudores a una de colaboradores para beneficio mutuo. Ha sido difícil obtener una respuesta. Recién esta semana hemos obtenido una respuesta para abrir una conversación sobre la necesidad de trabajar unidos para fortalecer a ambas organizaciones. Esperamos que esas conversaciones sean fructíferas.
Estamos a punto de entrar al año del Bicentenario de la Prensa en Chile. El 13 de febrero de 2012 circuló el primer ejemplar de la Aurora de Chile. Celebraremos este acontecimiento en Valdivia, cuna de nuestro patrono, Fray Camilo Henríquez, el cura rebelde y racionalista.
Lanzaremos allí el premio Bicentenario Camilo Henríquez, con el que distinguiremos por su trayectoria a un colega que elegiremos por votación de los colegiados. Queremos comenzar en el Bicentenario a entregar esta señal de reconocimiento de sus pares a aquel periodista que por su trayectoria, al menos 25 años de ejercicio,  hizo un aporte relevante a las comunicaciones en el país.  Ojalá podamos hacer este ejercicio de manera permanente.
El galardón se entregará en el Congreso Nacional Ordinario, que llevará el nombre de José Miguel Varas en homenaje a nuestro colega y premio nacional de Literatura, recientemente fallecido. Nuestro encuentro resolutivo, que considera la elección de delegados electos en asambleas de colegiados, se efectuará en Concepción los días 27,28 y 29 de abril próximos.
Ese será sin duda el gran acontecimiento gremial del año, antes de las elecciones de julio. Esperamos que ese Congreso entregue las herramientas para refundar el Colegio. Pero OJO: refundar no es destruir. Cada organización tiene su esencia. Sin aquel elemento esencial, las instituciones pierden su razón de ser, se desnaturalizan.
He leído hace algunos días una serie de propuestas, un borrador que espero se quede allí, que busca desnaturalizar al Colegio, que deje de ser una orden profesional y se convierta en una asociación de trabajadores de la comunicación. ¿Y no fue eso lo que pretendió hacer Pinochet al transformar los colegios profesionales en asociaciones gremiales? Nos hemos resistido durante años a que se nos lleve al pantano al que nos quería llevar Pinochet  No ha sido fácil mantenernos como entidades que buscan organizar a quienes tienen un título profesional. Creo que los colegas que están levantando estas propuestas en la Región Metropolitana deben profundizar su análisis y meditar sobre el profundo error que están cometiendo.
Fueron precisamente las empresas periodísticas las que se opusieron a que la calidad de periodista fuera reconocida mediante la pertenencia a un colegio profesional, tras cinco años de estudio. Y entonces ¿hoy queremos volver 50 años atrás, a transformar nuestra profesión en un oficio para darle aún más poder a las grandes empresas periodísticas?
MI propuesta para fortalecer el Colegio pasa justamente por facilitar el ingreso a él a los profesionales a esos 1200 de los cuales sólo 100 ingresan hoy a nuestra orden. El Colegio debe crecer sobre la base de una estrecha relación con las universidades, con las escuelas de periodismo. Es por eso que he propuesto en Valdivia, a los estudiantes de la profesión reunidos en Congreso, que los alumnos de los últimos años de carrera se puedan colegiar de pleno derecho, con la presentación de su matrícula de cuarto o quinto año, por el plazo de tres años, de manera que queden vinculados a la institución desde que comiencen a trabajar. Una vez transcurrido ese periodo, si el alumno no se ha titulado, quedará automáticamente borrado de los registros.   
Un Colegio fortalecido de esa manera deberá ser capaz de articular un Movimiento de Comunicadores Sociales donde estén sindicatos y asociaciones gremiales de otras actividades de la comunicación.
 Una segunda cuestión que tendrá que ser debatida en el Congreso es cómo salimos de la grave crisis financiera que se acumula mes a mes. Los consejos regionales tienen, desde esta perspectiva, un funcionamiento completamente artesanal. Muchos de ellos ni siquiera cobran las cuotas a sus afiliados, generando un bajo nivel de actividad y bloquean así la participación de sus colegiados en actividades nacionales.
Desde el punto de vista orgánico, la situación de una estructura administrativa del Consejo Nacional que recauda menos de 200 mil pesos mensuales al año y que gasta un mínimo de 1.200.000 pesos en el mismo periodo es insostenible.
Tendremos que avanzar inevitablemente hacia una organización más eficiente, con un Consejo Nacional en que los presidentes regionales ejerzan efectivamente la autoridad, con menos representantes elegidos de manera directa y con un fondo administrado centralizadamente y que reparta esos recursos de acuerdo a un presupuesto aprobado en el Consejo Nacional con la participación al menos de la mitad más uno de los presidentes regionales. Así funciona hoy el Colegio Médico. En conclusión, un fondo único centralizado, que se reparta de acuerdo a un presupuesto fundado por cada regional, con un Consejo Nacional con participación mayoritaria de los presidentes regionales, podría hacer más eficiente nuestro funcionamiento y sacarnos del permanente desangramiento financiero de la secretaría del Consejo Nacional.
      El Congreso Nacional deberá apuntar a simplificar estructuras y a acentuar las características del Colegio como coordinador de iniciativas de las escuelas de periodismo que deberían reconocer en el Colegio la instancia unificadora de la producción de conocimiento sistemático sobre la profesión.
Entre otras cosas, el Congreso debería derribar las barreras de antigüedad de colegiación que impone el estatuto para ser dirigente regional y nacional.
La refundación del Colegio tendrá que llegar tarde o temprano, pero debe hacerse sin traicionar su esencia: somos una unión de profesionales que respondemos ante la sociedad por la calidad de la información que reciben los ciudadanos y aseguramos que todos ellos puedan ejercer el derecho de comunicar sus verdades. Esa es nuestra misión. Convoco una vez más a todos los colegas a unirnos para cumplir con nuestro deber.
Muchas gracias.

Estimadas y estimados:
Adjunto cuenta anual 2011 pronunciada este sábado en Antofagasta por Marcelo Castillo, presidente del Colegio de Periodistas de Chile, institución que decidió dar una buena señal de descentralización, así como apoyar nuestro proceso de Reactivación como gremio, promoviendo una Asamblea Nacional en nuestra comuna.

Es un buen documento para reflexionar sobre la labores del gremio.
¡Saludos!
Camilo Arce Rojas
Segundo director
Colegio de Periodistas
Antofagasta
87916914

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