Para
quienes apreciamos profundamente la cultura francesa y el cómo los valores
republicanos se encuentran grabados en el ADN de sus ciudadanos, el atentado
ocurrido este 13 de noviembre es una agresión cercana inmediata, pero no sólo
por los nexos que podamos mantener con ellos sino por la señal que ha enviado
el grupo extremista “Estado Islámico” al mundo entero.
El mensaje de los
yihadistas es claro, no sólo por el contenido explícito del comunicado en el
que reivindican los atentados (ver recuadro) sino también por los lugares
escogidos por los terroristas, cuyo objetivo era graficar hacia quien dirigen
su odio y la vulnerabilidad de toda la población que posee esas características,
y por lo tanto muchísimos países.
Resalta el Estadio de Francia, durante un partido entre "los
cruzados" Francia y Alemania; con el Presidente presente. La sala de
fiestas Bataclan, "donde se concentraron cientos de apóstatas en un
concierto amoral y de desenfreno", bares y restaurantes donde estaban las
familias compartiendo.
Es cierto que estamos geográficamente
lejos. Sin embargo, todos nos hemos conmovido con las imágenes de sirios
huyendo de su país y buscando refugio precisamente en Europa; también sabemos
que nuestro gobierno ha suscrito los mismos postulados contra el terrorismo, colaboramos
con los gobiernos que están directamente involucrados, y como si fuera poco, tenemos
una compatriota detenida en USA por reclutar voluntarios para la causa
yihadista.
Francia es una república con larga
historia. Muchos adultos mayores vivieron la Segunda Guerra Mundial y han visto
crecer al menos dos generaciones de inmigrantes; el 15% de la población de
Francia es musulmana, y obviamente esto seguirá aumentando la desconfianza
hacia ellos. En mi percepción; la mayoría de esos inmigrantes se encuentran
integrados a la sociedad. Mis hijos aprendieron en los primeros años de la
escuela (en Francia) a convivir con representantes de diferentes credos
religiosos: judíos, musulmanes, cristianos, budistas; y diferentes orígenes:
latinos, africanos, asiáticos y europeos. Yo creo profundamente que los niños
que son tratados sin discriminación aprenden a respetar y valorar las
diferencias.
El
viernes pasado viví la angustia de no saber de mi hijo que estaba con su novia
en Paris, Era viernes en la noche y ella estaba de cumpleaños. Podrían haber
estado perfectamente en alguno de los lugares afectados, y fueron un par de
horas de terror.
Creo
que hoy es más importante que nunca que todos los países se unan para combatir
el terrorismo.
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